Me llevó al desierto
y al precipicio de mis dudas, mi miedo, mi hastío
Hay más de una puerta
y me llevó a las vidas que podrían haber sido
a mirar en cada una el cansancio, de cada una los vacíos
Le pedí un tiempo
son demasiados cabos sueltos
que si tuviera
siete días, me encontrarías tirando dados,
balanceándome en la boca del volcán
siete días, que me alcanzaran para atizar el fuego,
tocar tu cara, y dejar bien claro cuánto te quiero.
Lo inconcluso, lo pendiente
como arena entre los dientes
la luz ambigua e insistente
de un amarillo intermitente
Fueran siete años
o siete siglos, daría igual: el calendario cuesta
Hay más de un secreto
y me llevó al recinto donde dios y el diablo apuestan
a entender que siete días son un lujo, que hay quien exprime solo uno
Recogí mis miedos
mi tiempo y yo andando
y desperté, cantando
siete días...
Hay retazos de papeles, hay tachones, hay remiendos,
hay juegos de azar
yo me trazo las orillas, redibujo mis esquinas
prueba y error, y estoy
perfectamente frágil, sorprendentemente fuerte, todo a la vez
Hoy, con pasos más erráticos que rectos, he aprendido
que hay amores reciclables
hay caóticos y estables, simétricos los cables que me anclan
Vos podés quedarte quieto y circunspecto, resbala el reloj
Yo, rozando el medio siglo y el semáforo amarillo,
yo por mi parte voy.
Un poco mareada por el vino
Ya no espero voces al oído, ni pirotecnias del destino
Hay retazos de papeles, hay tachones, hay remiendos,
hay juegos de azar
Vos, podés quedarte quieto y circunspecto
yo por mi parte voy.
Lijándole la esquina a esta canción se me pasó la noche
en busca de ese acorde digno de vos
Te veo garabateando un pentagrama en cualquier servilleta
absorto y apurado
vocero de algo tan parecido a un milagro
una sobredósis de luz
Una muchacha sin luna me habló de un paisaje cautivo en un sueño
de un portoncito sin reparar, de bandadas de musas sin dueño
cuando la tarde devuelva tu voz, desde algún Malpaís del recuerdo
te soñará, y jurará haberte visto en un bar de San Pedro.
Me dejo esa necia obsesión tatuada en las ojeras
la voz que no pensó cantar, marca mi voz
Robando la mitad de tu canción se adelantó la noche
Nuestra ciudad pequeña enmudeció,
tan incapaz de asimilar la diferencia
entre un compás de silencio, y esta ausencia.
Una muchacha sin luna...
Y en qué vagón, en dónde, en todo, quedaste
dicen que hacía un frío extraño en Guanacaste
Cuando la tarde nos sepa explicar que hoy la música viste de negro
otro testigo, lúcido y fiel de lo que te extrañamos, Fidel.
Queda en la página que sobró al final de tu libreta
Justo a la orilla de la visión, lo que existe y no se mira
directamente
Queda allí debajo del discurso oficial que recitas
entre el blanco y negro, entre el bien y el mal
Queda al reverso de la razón, en las frases que no dices.
Entre el mar y los eclipses, entre el agua y el vapor
en la cruel asimetría del amor
En la llave olvidada, y los besos apagados
queda cruda, desenfocada.
Vive entre sueño y despertador, sin excusas ni castigo
Quieta, tiritando en el callejón del recuerdo inesperado,
que no te suelta
Queda en la punta de la lengua, y al pie de la cama
sin color, sin ley, sin explicación
muda, silenciosa en algún rincón de las frases que no dices
Son tantos trámites ilegales
Y vos tan atrasado recogiendo animales
De días hábiles, quedan pocos
todos tus carpinteros martillando como locos
Los oceanógrafos delirando
mejor que ni dijeran lo que estamos esperando
el cataclismo, la pesadilla
que el eje de la tierra se corrió como una milla
Manifestaciones de Paris a Seúl
Un terror mundial de Buenos Aires a Estambul
Que no te importa, es evidente
y ya que no pensás ahogarte solidariamente,
Guárdame un campito en el arca, Noé, no quiero morirme todavía
Caros los lugares en el arca, ya sé
A quién hay que pagarle la mordida
A quién hay que rendirle pleitecía, Noé
A quién hay que pagarle con la vida, no sé, Noé
Desde la vida, desde la muerte
desde que ya no sé si hay justicia o sólo hay suerte
Desde tu vida, desde mi muerte
desde que ya no sé si hay justicia o sólo hay suerte, Noé.
Las licoreras todas saqueadas
Que armaron bacanal los que no quieren sentir nada
Unos acampan sobre sus techos
Y hay muchos que se dan con una piedra contra el pecho
¿Porqué ahora? ¿Porqué nosotros?
Trilladas las preguntas rebotando contra el cosmos
Yo me enfurezco por no quebrarme
Que cuando es mucho el miedo a mi me da por enojarme
Qué gana borrándonos del mapa, no sé
¿No se te ocurrió pedir razones, Noé?
Mínimo una prórroga, una explicación
¿Quién está lucrando de mi aniquilación?
Sólo aceptaste, tan inocente
Pero hoy ni discutamos, que el final es inminente
Guárdame un campito en el arca, Noé, no quiero morirme todavía
Caros los lugares en el arca, ya sé
A quién hay que pagarle la mordida
Yo puedo ser muy buena compañía, Noé
A quién hay que pagarle con la vida, no sé, Noé
Desde la vida, desde la muerte…
Llovía ceniza en San José
el día en que nací; cayó dos años la ceniza gris
La furia rajada del volcán
se hizo recurrente y familiar como el café y el pan
Y la ropa tendida se volvía a lavar
Había techos que se hundían bajo el lodo
y la vida encontraba por dónde seguir
sólo había que barrer más a menudo.
Llovía ceniza en San José
Yo no recuerdo nada; me contaron y por eso sé
Lo poco que pienso en mi niñez
recuerdo en blanco y negro y a color, en español e inglés
Me marcó el deseo de pertenecer
Me asustaron los temblores desde siempre
que esta tierra es el lomo de un gran animal
que se mueve a su antojo de repente
Y fui aprendiendo que no hay nada más seguro
que la incertidumbre, y que aún así podés reírte
Que el miedo pesa, como el techo que se hunde
si se mezcla la ceniza con la lluvia
Hoy llueve, y hay prisa en San José
Se mezclan las sombrillas con el ruido y la verdad no se
si hay tiempo, si yo podría quedar
dudando ante un semáforo amarillo por la eternidad
Pero aquí no hay cenizas, quedaron atrás
Mi historia no define mi destino
Y las calles angostas que me vieron crecer
no me llevan: yo soy la que camino
Llovía ceniza en San José
el día en que nací, y no por eso tengo que ser gris
y no por eso tengo que ser gris.
Tengo el número 14, la señora con el 15
parpadea nerviosamente y me cuenta
que viene a comprar un token, aparentemente lo que
necesita para hacer la transfusión
que por internet ya puede pagar todo lo que debe
y no intento aclarar su confusión
que no es tanta diferencia, transfusión o transferencia
si te sangran al llegar al mostrador
Le faltan 7 firmas, 4 sellos y 6 certificaciones
constancias de vida y muerte, con sus respectivas validaciones
la ventanilla 8 atiende solo de 4 a 4 y 20
más vale que sea paciente, a no ser que tenga un pariente en lugares altos
lugares altos, lugares altos.
En la fila del seguro, don Eladio se hace el duro
pero duele, y se le cuela entre los dientes
mientras cuenta que su caso es tan severo, tan urgente
que le dieron cita para el 2020
Siempre y cuando el quirófano no esté en reparaciones,
mientras tanto le recetan aspirina
viene con un formulario a pedir que el calendario
se adelante y que lo operen aún en vida
Le faltan 7 firmas...
Es la sexta vez que deja de pasarle la pensión pero es
que él tiene un amigo abogado
y Lucía, padre y madre, hoy se sienta a esperar en
una silla de metal en el juzgado
y me cuenta que lo quiso, pero eso ya pasó
que lo que importa es la comida 'e las chiquillas
y ponerle la denuncia es la única opción,
pero después de tantos trámites y filas,
Le faltan 7 firmas...
Lo peor o lo mejor es que yo tengo a mi favor
algún exnovio, 3 amigos y la prima
de la tía de mi nuera, no recuerdo su apellido
pero puedo averiguarlo cuando quiera
siempre hay alguien que se cuela, siempre hay patas y hay espuela,
y la culpa no te dura mucho rato
si total la corrupción es tema de conversación
siempre y cuando no sea uno el del retrato.
Le faltan 7 firmas...
Me morí un viernes por la tarde en aguacero
y recién iba entrando por el túnel hacia el cielo
me tomó un ángel serio por el brazo y preguntaba
¨¿Esta niña es algo suyo?¨
Y no tuve bienvenida, que eran tantos los reclamos
me llovían tantas quejas, me cobraban tantos daños
Pero Claudia, como el sol, vino corriendo a abrazarme
y ahora sí, quise quedarme
Claudia corre y despeina al viento
Claudia habla que es un tormento
interrumpe en cualquier momento, y
¿Qué vamos a hacer? Sugiéranos usted
Claudia canta y despierta a todos
Claudia come hasta por los codos
Claudia pasa inventando apodos, y
¿Qué vamos a hacer?
Claudia Sol pequeño, tan brillante
Claudia Sol.
Si le dan clases de arpa, ella prefiere la guitarra
la eléctrica, con buena distorsión y buena garra
y se esconde entre las nubes a la hora de la siesta
y hace apuestas, arma fiesta
Y le gusta hacerle trenzas a la barba de Dios Padre
semejante irreverencia, y a él parece hasta gustarle
y la túnica la tiene hecha trizas por la prisa y
tantos juegos de rayuela
Yo le dije al buen San Pedro que no pienso disculparme
que si Claudia es tan fogosa, no hayo más que celebrarle
que se viva tres infancias por aquella que no tuvo
por aquella que no tuvo
Claudia corre...
Es una tregua, un cese de hostilidades
Un intermedio en el pleito entre mis mitades
Me balanceo, deseando estar despierta
Contando pasos que lleven hasta la puerta
Un pararrayos entre la espalda y la boca
Bendita amnesia, olvido en defensa propia
Adónde guardo mi efímero equilibrio
Cómo lo cubro, que no me lo mate el frío
de los días torcidos en pendiente
o los planos sin colores, que secan la mente
de las noches eternas en picada
de las tardes en que ya no siento nada. Nada
Cuantos recuerdos se doblan en los espejos
Cuantas certezas se tuercen vistas de lejos
Si te dijera que todo está bien por ratos,
¿Me creerías?
Es una tregua, mañana vuelvo a la guerra
No es menos cierto lo incómodo si se entierra
Adónde guardo mi efímero equilibrio
Cómo lo cubro, que no me lo mate el frío,
que no me lo mate el frío
de los días...
Creo que es por aquí
la luna se mece en el agua
y el silencio cedió:
hay trueno, hay relámpago.
Un salvoconducto, un mapa, una brújula
tal vez vendrán
pero por ahora me basta esta cáscara
de luz.
Creo que es por aquí
a veces mi sombra es mi guía
y hasta la oscuridad
se vuelve un cómplice.
como la moneda que tiré, soy sólo un símbolo
soy cara, soy cruz
No por ser efímera es menos cierta mi luz.
Creo que es por aquí, por aquí.
Te mandé señales
no pediste pruebas
para mi sorpresa
me tendiste redes
Me mandé el discurso:
fronteras y tiempo
vos me interrumpiste
con un beso lento
Y perdí el hilo del monólogo trillado
como quién pierde una deuda
puede ser que todo sea menos complicado,
que este río se devuelva
Yo, la duda eterna
cuestioné premisas
vos tan inmutable
quieto en tu sonrisa
¿Quién me reconoce?
No busco salida
de tu laberinto
punto de partida
que perdí el hilo...
Érase un hábito huérfano
sentadito en un alambre como un pájaro
con la mirada de un náufrago
y nada que decir, nada a que asir -
-se balanceaba mirándome
como quien busca un reducto de lástima
o por lo bajo una prórroga
le dije sin piedad, te tengo que desheredar
con tal de no quedarme aquí
Mutar para sobrevivir
dejar que te diluyas en distancia
Argumentaba el hábito
que dejarlo iba a serme tan incómodo
que él era un cómplice sólido
y creo que hasta lloré, pero aún así lo despaché,
y vi como iba alejándose
con sus patitas pequeñas y rígidas
con su vaivén sistemático
con gran resentimiento entre pico y espalda
quejándose del mundo, del calor y la sed
lo vi tan prescindible y tuve paz en el alma
con gusto viviré entre la espada y la pared
con tal de no quedarme aquí
Mutar para sobrevivir
dejar que se diluya en la distancia.
Hábito huérfano, síntoma pálido, código tóxico, música dormida
Hábito huérfano, gris melancólico, baile geriátrico, réplica sin vida
hábito huérfano, símbolo sórdido, cíclope tétrico, brújula mareada
hábito huérfano, trámite estúpido, caos letárgico
pólvora mojada, pólvora mojada.
Cuando el ocaso y su celaje pierdan filo
cuando tocarte no devuelva el reloj
cuando la prisa pierda campo en mi mesa
cuando no ocupe recoger lo que cayó
Cuando mi paz no sea un capricho de la luna
cuando me encuentre alivianada en el perdón
y la paciencia sea más que esa palabra
que suele usarse por decir resignación
Cuando el dolor se vuelva sólo una señal para moverse,
y no un lugar donde vivir
voy a poder ponerme el vestido de flores
celebrar viejos amores, y aceptar lo que perdí
voy a poder ponerme el vestido de flores
clausurar viejos rencores, y partir de aquí.
Cuando no espere más milagros que los míos
pierda vigencia cualquier dios condenación
cuando entre teclas haya más que dos colores
y no me importe si entendés esta canción.
Cuando lo fácil no parezca sospechoso
y lo difícil ya no sea una virtud
Cuando la música tolere mis silencios
respirará, y brindaré a su salud
Cuando el dolor...