Aprendiendo a doblarme
como lo hacen los árboles
que el viento esté cómodo
desordenando mis hojas
aprendiendo a ser agua y ser burbuja
a ser nube que revienta en la tarde a llover
aprendiendo a planear
como lo hacen los pájaros
aprendiendo a ser fuego y ser ceniza
de la tierra y de la brisa
lo que empieza y finaliza
ser humano
ser humano que yo soy.
Voy caminando en tu ciudad
me sobra equipaje, todo este viaje es para ir perdiéndolo
lo que me sobra, lo que me borra en tu ciudad.
Partes de mí han quedado en
un puesto de aduanas, una estación, en migración
cambio de lentes, cambio de piel en tu ciudad.
Me he colocado aquí, fui yo la que escogí
venir tan lejos para mirarme desde afuera
dejar pedazos de mi armadura en tus aceras.
Distancia, tiempo, espacio, luz
me cambian el ritmo, cambian la clave y cambian la velocidad
otros los grados, otra la hora en tu ciudad.
Voy caminando en tu ciudad
la uso de excusa, no vayas a ofenderte pero es verdad
que cualquier sitio funciona bien para escapar.
¿El mapa que perdí cómo lo encuentro aquí?
La ruta alterna que ando buscando entre tus calles está adentro
adentro de mí.
No tomo fotos con el flash
yo tomo distancia, no como mucho y noto menos tránsito
en mi cabeza; tal vez ya pueda regresar
Sin tantas respuestas, sin tanto equipaje
sin tanta armadura, sin tanto millaje.
Voy caminando en tu ciudad.
¿Oyes lo que digo cuando hablo si hablo sola?
pueden ser muchas palabras; puede ser que no querés
no se si prefiero extrañarte cuando faltas
que extrañarte cuando estás sentado ahí
suena la bocina del camión de la basura
el teléfono me grita y el agua ya hirvió
y algo que volaba se me arrastra por el pecho y
necesito entender qué le pasó
¿Sientes lo que siento cuando siento que hablo sola?
yo le hablo a la cocina y le hablo a la pared
si la lavadora me confiesa sus secretos
es probable que me deba preocupar
esto nunca fue lo que acordamos
o tal vez no recordamos cómo fue alguna vez
solo necesito que me abras esa puerta, que me abras esa puerta
Hola, ¿Hay alguien ahí, hay alguien ahí, detrás de tus ojos?
Hola, ¿Hay alguien ahí, hay alguien ahí para mí?
¿Qué es lo que te cuesta de entenderte y explicarte
desnudarte, liberarte, convivir y convidar?
Leo entre las líneas de las frases que no dices
pero yo ya me aburrí de adivinar
grítame con rabia o abrázame con fuerza
pero no me mires como si yo fuera un mueble más
creo que queda vida a pesar de esta sequía
creo que la podemos rescatar
¿Oyes lo que digo? (cuando hablo si hablo sola)
¿Sientes lo que siento? (cuando siento que hablo sola)
algo que volaba (se me arrastra por el pecho)
y sólo necesito, sólo necesito
algo que se quiebre, algo que se rompa
algo que te haga reaccionar
ahora que me importa todavía necesito
que me abras esa puerta
Hola, ¿Hay alguien ahí, hay alguien ahí detrás de tus ojos?
Hola, ¿Hay alguien ahí, hay alguien ahí para mí?
Hola, ¿Hay alguien ahí, hay alguien ahí para mí?
Mi libertad es como un musgo
verde esperanza y sin prisa
creciendo entre estas rendijas
suave y callada
Mi libertad no tiene piso
un equilibrio precario
y me confieso culpable
de amar su aire
Mi libertad puede ser fuego
es movimiento sin forma
fuego que alumbra, fuego que quema
mi libertad se transforma
Y al escoger cada camino
mi libertad, en su viaje
carga su propio equipaje
carga sus riesgos
Mi libertad no está de moda
duda de las moralejas
sabe reír, sabe enojarse
sabe cómo es sin espejos
Mi libertad tiene silencio
no habla más de lo que quiere
yo solo espero que espere
a que la alcance
Mi libertad....
Ella no cuelga cuadros en las paredes
ni tiene la paciencia para tejer
no tiene perro; saca a pasear el alma
y después lo guarda en su maleta tras la puerta
Fuma y se mece, recordando el futuro
ese que viene tarde; ¿Qué horas serán?
desayunando sueños, sueña despierta
cuando vuelva el cuerpo al alma, ¿Qué encontrará?
Y espera y se cuenta cuentos, contando minutos lentos
pendiente del ruido afuera, espera aunque ya no quiera
¿Son pasos o son latidos, confusos en sus oídos?
conoce esta noche larga, conoce el oficio de esperar.
Y si aquel sueño, su vida, esa perfecta suerte
olvida aquella cita, se quedará tan quieta
viviendo, por ahora, en un mientras tanto
cuando vuelva el cuerpo al alma, ¿Qué encontrará?
Y espera y se cuenta cuentos...
Demasiado tarde, demasiado vieja, demasiado tiempo que dejó pasar
Demasiado herida, demasiada culpa, demasiado miedo para caminar
¿Son pasos o son latidos, confusos en sus oídos?
conoce esta noche larga, conoce el oficio
conoce el oficio de esperar.
Su paquete, sólo regáleme
la firmita por acá, qué le parece
ya llegó su caja de sorpresas
¡Felicidades!
Tanta espera y por fin estaba aquí
como me la imaginé, como en la tele
y abrí mi caja de sorpresas
¡Felicidades!
Con media taza de agua y una pizca de sal
decía el manual, recobraba su apariencia original.
Era rudo, y era tan sensual
los full extras que encargué
lentes oscuros, chaqueta de cuero
y un hoyito en la barbilla ¡Felicidades!
Montados en su moto que venía en el paquete
por un costo adicional irrelevante
paseamos por la playa y nos fumamos un cigarro al atardecer
era tan emocionante, y
los pájaros cantaban, y las olas reventaban
y la música venía incorporada
en unos parlantitos que traía en los bíceps
y cada treinta segundos reiniciaba
Un producto que sea de fábrica
tiene que tener alguna deficiencia:
distorsionando, se le iban acabando
las baterías.
Cosa quieta, humo de comercial
programado para conquistar, y apagarse
debo admitir, lo hicieron tan humano ¡Felicidades!
Y hay modelos nuevos con un chip incorporado
que permite que toleren la rutina
te duran muchos años, pero están de baratillo
porque no tienen demanda en estos días
y yo tampoco quise uno de esos
porque ya me acostumbré a que me prueben, y me cambien
no vi otra salida y me fui de voluntaria en una
caja de sorpresas para alguien.
Su paquete, sólo regáleme
la firmita por acá, qué le parece
ya llegó su caja de sorpresas. Felicidades.
Una ventana se me abrió
y ando de puntillas entre el alma y la precaución, ya ves
entre el goce y el terror
si esta cuerda floja la conozco, seduciéndome.
Será un salto al vacío, un acierto, un desvío
una apuesta nada más
que aún no tenés la más mínima idea
de lo que provocás
Esto que siento, esta locura, esto que duele, esto que cura
cómo te explico cuánto me dura una de tus palabras de amor
¿Qué se hace con esta ilusión?
trato de ponerla bajo llave y sale hecha canción, ya ves
un escándalo vital
como una campana de recreo para la razón
Y aunque sea sólo para recordarme que estoy viva
esta magia me hace bien
me atrevo a quererte, al riesgo y la suerte
y a renunciar, también
Esto que siento...
No hay fuegos de artificio
no hay luces de neón
y ya aprendiste a caminar a tientas
la luna está dormida
guardada su pasión
vos, fiel a tu rutina, das la vuelta a esa esquina
y detrás de algún arbusto inesperado
hay una luz pequeña de repente
promesa que avergüenza a esta densa oscuridad
y es suficiente
Para burlarse de la noche
para que creas en la magia
para que algo nos asombre
hay luciérnagas, luciérnagas aquí.
Te veo en todas partes
y llevas en la voz
historias de relámpagos y truenos
sabrías detenerte
sólo un instante o dos
que a veces por la prisa hay luciérnagas que pisas
cuando andás detrás de un sol que te deslumbre
un fuego que te queme la pupila
un día entenderás que no hace falta que te dañes
para sentirte viva
Para burlarse de la noche...
Denme otro libro de autoayuda
de tinta fresca
que no quisiera jamás repetir lo que me dolió
y esta vez, esta vez, esta vez no me va a pasar
Con la lluvia, con el vino y
todo lo que pasó esa noche y a mí
que me da por enamorarme como un bebé
y esta vez, esta vez, esta vez no me va a pasar
Pero mirás esa mirada, y todo se me olvida
y no quiero ver lo que no puede ser,
ya te estoy llamando, estoy esperando y
me aferro
me pierdo
no me acuerdo de cuánto tardo en curar
Dios mío, una salida de emergencia a cualquier lugar
que esta vez, esta vez, esta vez no me va a pasar
Tenemos tanto, tanto en común
cómo me gusta jugar con fuego
cómo te gusta a vos...
y esta vez, esta vez, esta vez no me va a pasar
esta vez, esta vez, esta vez no me va a pasar
esta vez, esta vez, esta vez…
¨Quién tuviera la frente lisa del caballo¨
gemía y se quejaba, renegaba y reclamaba el unicornio
¨Quién tuviera el seguro encierro del corral
la comida a sus horas, y un amo que le diga qué está bien
y qué está mal¨.
¨Quién tuviera los ángulos de un cuadrado¨
gemía y se quejaba, renegaba y reclamaba triste el círculo
¨Quién tuviera esas esquinas para no rodar
simetría, equilibrio y la gracia de calzar cómodamente en
cualquier lugar¨.
Y el caballo sueña con ser unicornio
y el cuadrado sueña con poder rodar
yo envidiando tus dulcísimas amarras
vos soñando con tener mi libertad.
¨Quién tuviera la suerte del sapo encantado¨
gemía y se quejaba, hecho un puño lloriqueaba el dragón
¨Quién tuviera libertad de respirar sin echar fuego
la esperanza de que un beso lo transforme por completo, y un final felíz
en el guión¨.
¨Quién tuviera las aguas quietas de ese lago¨
gemía y se quejaba, renegaba y reclamaba triste el río
¨Quién tuviera el tiempo para reflejar al cielo
sin tener esta corriente y el tedio de estar siempre tarareando la
misma canción¨.
quién tuviera el tiempo para reflejar al cielo
quién tuviera libertad de respirar sin echar fuego
quién tuviera esas esquinas para no rodar
quién tuviera sensatez para dejar de comparar
y el caballo sueña con ser unicornio
y el cuadrado sueña con poder rodar
yo envidiando tus dulcísimas amarras
vos soñando con tener
mi libertad.
Si la fe mueve montañas, el cinismo hace volcanes
que se queden donde están; yo quiero un puente
y cruzar del otro lado, y saberme tan pequeña
al rodear la cordillera imponente
¿Quién soy yo para querer mover montañas?
¿Qué se yo de las maniobras del destino?
porque más fe se requiere para creer que hay razones
por las que hay una montaña en mi camino.
Y aunque el tiempo cura heridas, la amargura las revive
donde había fuego quedan las cenizas
las cenizas no calientan, solo ensucian si las tocas
y levantan polvaredas en la brisa
¿Qué hago aquí arrodillada ante el recuerdo,
con el tizne en la cara y en el cuerpo?
Y levanto la mirada: la montaña está amarrada
por el miedo que le tengo al campo abierto.
Recogiendo lo sembrado a la luz de tanta sombra
me cuestiono una a una las fronteras
pues soy agua de la fuente que me engendra y que me nombra:
más fronteras tengo adentro que afuera
y no puedo desandar mi recorrido
pero sí partir de aquí con lo que tengo
llevo al miedo de la mano a abrazar lo que me espera
campo abierto entre montañas, campo abierto.
Tengo muchos libros que no he leído
tengo seis canciones por terminar
y huellas de la gente que me ha querido
impregnadas en mi forma de hablar
Tengo cejas tristes como mi abuela
tengo fijación por el sol mayor
y prisa por vivir lo que no he vivido
y soltar lo que sólo me da dolor
Y he sido la una, y he sido la otra
si quiero ser esta, no miro hacia atrás
principios más simples, finales más cortos en la
cintura de la vida.
Tengo a la gitana en los pies inquietos
tengo a la tirana y su comité
difícil que se puedan poner de acuerdo
que discutan cuanto quieran porque se que
Tengo una voz que oigo en el silencio
como un susurro en el corazón
me ha dado una tregua con la amargura
y permiso de cambiar de opinión
Y tengo unas ganas inmensas de amarte
y de ir aprendiendo a hacerlo mejor
principios más simples, finales más cortos en la
cintura de la vida
Tengo laberintos, tengo salidas
tengo buen sentido de dirección
tus ojos me aseguran que hay razones
que en la paz y en la herida en la
cintura de la vida
tengo el punto de partida
de otra canción.