Grabado en el 2008, ésta producción tiene formato de trío de jazz: un grupo pequeño muy acústico, en donde cada detalle y cada respiración se sienten cerca.
Gerardo Mora en la percusión y Marco Navarro en el bajo, acompañan al piano y a la voz de María. Fue grabado en el estudio del ganador de Grammys Walter Flores (y los pianos en el estudio SoloHits), y participan como músicos invitados Humberto Vargas, Bernal Villegas (guitarra), Vinicio Meza (clarinete) y Erasmo Solerti (violín).
Los temas del disco giran alrededor del concepto de la perspectiva: vemos tan poco, vislumbramos sólo destellos de luz, imágenes sesgadas y deformadas como espejos de circo, de lo que llamamos realidad. Percibimos relámpagos cortos o luciérnagas, otras perspectivas, para darle significado a lo que somos, dónde estamos, y cómo nos estamos relacionando con los demás. El Braille como oda a esa búsqueda, aunque sea a tientas.
Canciones y Letras:
Se me hizo un poco tarde para despertar
discúlpame el atraso, yo insistía en esperar
un código completo, una verdad total
un dios en blanco y negro
semáforos en verde antes de caminar.
Despierto en este vértigo que construí
tan pocas certidumbres, tanta sed, y aún así
las puntas de mis dedos son como un compás
que hay tinta transparente
que hay tintas que se sienten en la oscuridad.
Lenguajes, dialectos, siento jeroglíficos en la pared
tallados en la piedra, tantos bordes ásperos por recorrer
y no hay traducción exacta, aprendo a percibir más que a entender
y sé que es un poco tarde, pero estoy aquí
estoy leyendo en braille, y capto lo que pueda; estoy leyendo al fin.
Si acaso hay un relámpago, un instante nítido de claridad
no alcanza, pero ya le tengo menos miedo a la oscuridad
hay un mensaje abierto, quemo el calendario, intento improvisar
Yo sé que es un poco tarde, pero estoy aquí
Con todos mis sentidos tal vez no habría leído
leyéndote en braille, pero leyendo al fin.
Holograma
Aquí donde me ves, no estoy; soy un holograma
así como me ves, no soy; soy el pentagrama para tu tercera mano
espejismo de la luz producido por dos haces
de rayos
laser
no vayas a creer en
todo lo que ves.
Aquí donde me ves, no estoy; soy tecnología, una cosa fría
invento de modernidad, para ahorrarle tiempo y energía
a mi yo real, que anda protegiéndose
de todo mal
no vayas a querer to-
-do lo que querés.
Y así como te doy, percibo
un calor virtual, cercanía carente de sentido
actívame con un botón
soy tu sombra neutra, aquella
que no te nombra
interlocutora impersonal
digo lo que quieras que diga, lo digo igual
no vayas a creer en
todo lo que oís.
Y así como te doy, percibo…
…Todo lo que oís
todo lo que ves, no
vayas a querer to-
do lo que querés.
No te salves
Poema de Mario Benedetti
No te quedes inmóvil al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora, ni nunca, no te salves.
No te llenes de calma, no reserves del mundo
solo un rincón tranquilo
no dejés caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios, no te duermas sin sueño
no te juzgues sin tiempo.
Pero si, pese a todo, no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana, y te llenas de calma
y reservas del mundo solo un rincón tranquilo
y te duermes sin sueño
y te quedas inmóvil al borde del camino y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Paisaje
Pobre de este paisaje; se ha vuelto borroso
de tanto ser mirado desde la velocidad
bordes indefinidos, mancha de acuarela
sin contornos, sin olores, sin quietud
pobre si se reduce a ser como lo ven
pobre de este paisaje, si se lo cree.
Él va por la autopista, no ha visto el paisaje
no ha determinado la montaña verdeazul a su derecha
su cabeza va en neutro; las monedas del peaje
las siente en la mano sin quitar la vista del carril, y sabe
que es más que esta rutina de presas y prisas
un esclavo eficiente, una tuerca gastada en una maquina exigente
pobre si se reduce a ser como lo ven
pobre de este paisaje, si se lo cree.
Que hay remansos escondidos al pie de su montaña
hay un río que presiente cuando duerme
si se atreve a soñar, ¿Por cual trillo se devuelve?
sorpréndenos a todos, sorpréndenos a todos
sorpréndeme.
Verde es la cordillera; azul si se aleja
y en la cima a pesar del frío puede que lo queme el sol
y el viento, invisible, violento
podría arrancarle las certezas, revolverle la verdad
puede ser que se arriesgue a ese vértigo claro
puede ser que prefiera su montaña bidimensional
pobre si se reduce a ser como lo ven
pobre de este paisaje, si se lo cree.
Que hay remansos…
Aquí arriba
Aquí arriba
40 pisos sobre el nivel del mar de asfalto que no mira
arriba
es hora de almuerzo en esta construcción
es mediodía.
Sentados todos
en fila en esta viga de acero en medio cielo que no mira
arriba
las botas que nos cuelgan en la inmensidad
si quieres, traje fruta, convidáme de tu pan
Y dame fuego, te paso el agua
no te resbales, la tierra jala
en este cielo sigue el trabajo
mezclamos fragua que cimienta nuestra condición
de pájaros sin alas.
Entre bocados
te cuento que anoche me soñé con trampolines y con redes
con redes
me miras y sonríes, compasivo y burlón
“Guindáte de tus sueños, si te sirve la ilusión”
Y dame fuego, te paso el agua…
…de magos sin palabra.
Aquí arriba los reflejos que te tira el sol son mágicos, pero enceguecen
aquí arriba si mirás hacia la tierra es un imán
aquí la clave está en saber que el viento existe, y no paralizarse
aquí si miras hacia el cielo implorando salvación
perdés el equilibrio y la razón
Y dame fuego, te paso el agua…
…de ángeles mortales.
El día que me quieras
Hay un músico desgalillándose frente a un micrófono de mala muerte
y su público es tan inhóspito que no podría ser peor su suerte
arrastrándose ante la súplica de oír de nuevo lo que ya conocen
él se manda una de Sabina, una de Arjona para que la gocen.
Y si había entre su repertorio una palabra propia y ganas de cantarla
que pasó tres noches traduciendo del alma al papel y luego a la guitarra
esta noche escoge no exponerse, cuando lo intentó, fue como tocar fondo
que la mesa diez lo interrumpió, gritando a coro “Cante la del Unicornio”.
Pero, a fin de cuentas, creador, se le ocurre una treta, sabe de estrategias
con las frases más trilladas puede armarse un cóctel como un rompecabezas:
Y cantó, quisiera ser un pez, solo le pido a dios salir de esta pecera
y cantó, y nos dieron las diez, las once y las doce en esta copiadera
cantó, quizás porque mi niñez sigue jugando, sé que hay más que estas fronteras
por la blanda arena, la que lame el mar, me encontrarás el día que me quieras
pero dejo sangre en el papel, y no adelantas nada sabiendo mi nombre
que no soy de aquí ni soy de allá, y la puerta de Alcalá a saber donde se esconde.
Y si esto no puede ser más que una canción, la canto a regañadientes
la prefiero compartida antes que vaciar mi vida de buenos clientes
o me escuchan, o encienden la radio, que un trovador no es una rocola
compitiendo con la mesa ocho, y en la barra el sólo de la licuadora.
La ironía es que aunque todo cambia, no cambia el letargo de esta letanía
ojalá las hojas no te toquen, noche a noche, la misma monotonía
si tuvo la culpa esa canción que me silbó un taxista de camino al chivo
no es excusa para no atreverme a perder la atención si canto algo mío.
Y a la noche se le fue la mano, el reloj de cuerda quedó suspendido
las señoras de las cuatro décadas, tan complacidas, sueltan un suspiro
que aunque no entendieron su discurso, tararearon algo conocido
pero gracias a la vida existen seres como ustedes con otro oído.
Mi kriptonita
Busco una cabina telefónica
un vestidor, la licuadora de colores
donde encajarme el trajecito tallado de superhéroe
tengo cuatro catástrofes mundiales
y algunos rollos personales por resolver a la
velocidad de la luz
Si sólo hubiera una cabina telefónica
si sólo hubiera una nave supersónica
un ansiolítico que calme el temblor de estos dedos
tienen que poder doblar acero, pero
Busco las situaciones más insólitas
trampas mortales, raros megacataclismos
para lucirme, necesito sentirme imprescindible
tengo tanto cansancio acumulado
un antifaz que disimula mis ojeras
la culpa, un mantra en mi cabecera.
¿Quién me insertó en la conciencia este megáfono?
¿Quién me vendió este oficio tan mesiánico?
¿Y a quien quiero impresionar volando sobre la ciudad
fingiendo superioridad? puta soledad.
Guardo un secretito paradójico
una adicción, un gusto por la kriptonita, una
predilección por lo que me debilita
vivo con esa trágica ironía
que a fin de cuentas, ¿Quién soy yo sin mi particular patología?
¿Quién me querría sin mi vista radiológica?
¿Me aplaudirían sin mi hazaña filantrópica?
sale tan caro ir a ganarme el amor de cada día
tengo que encontrar una salida, pero
busco esa cabina telefónica
las situaciones más insólitas
mi kriptonita.
Como si fuera fácil
Como escalar un paredón con un ropero a cuestas
como encontrar aire en el mar
como parar un temporal con un manojo de luz
como si fuera fácil
ah, como hacer lluvia del cristal, del metal.
Como encender un fuego en hielo, con madera verde
como cantar sin respirar
como enhebrar una aguja con un rayo de sol
como si fuera fácil
ah, como hacer lluvia del cristal, del metal
Como entrenar a un colibrí, como domar dragones
cuenta hasta cien, con una paciencia
con un manual sin traducción, con unas ganas necias
con o sin razón
entraste a instalarte en mi regazo y mi corazón
como si fuera fácil.
Éramos idílicos y necios
construimos una isla solitaria y desprovista de
espejos y de muelles
donde el tiempo se detiene a la una y diez.
Nunca fuiste transparente como el agua
pero tus ojos escuchaban con ternura
y yo necesitaba tanto ser necesitada
que apagaba mis alarmas
las señales que salían de tu boca transformada
tus palabras, una espada.
Voilá, olé, en garde, touché
y yo, desubicada, sólo digo ¿“qué”?
de pronto un traje blanco y una pose estudiada
rejillas en la máscara que esconde tu mirada
olé, voilá, touché, en garde
¿Podrías a la próxima al menos avisar?
me pongo por lo pronto una canasta en la cabeza
ridícula contienda, tomada por sorpresa.
Guerra no avisada, mueren los soldados
dime, ¿qué puedo construir en un campo minado?
cada vez recojo los pedazos
de confianza mutilada
aquí no ha pasado nada
es la amnesia que requiere tu deporte lo que mata
¿Cuál fantasma de tu historia ves en mí cuando me atacas?
tu pasado es mi presente, y si te gusto cuando callo es
porque estoy tan ausente.
Voilá, olé, en garde, touché
y yo, desubicada, sólo digo “qué”?
de pronto un traje blanco y una pose estudiada
rejillas en la máscara que esconde tu mirada
olé, voilá, touché, en garde
¿Podrías a la próxima al menos avisar?
voilá, olé, en garde, touché
vos tan diestro con la espada,
yo siniestra con los pies.
Agosto
Agosto ha tardado como año y medio en pasar
el tiempo está de huelga y se arrastra en vez de caminar
la lluvia hace alarde de cuánto puede inundar, y yo
aprendo a estar sin vos.
Me enfrento al vacío como quién entra al ring
al cuarto round ya logro mantenerme en pie, marearlo al fin
moverse por moverse, a veces hace bien
es agua en la carrera, yo quiero aprender a
Pisar el césped, decir no quiero, cambiar fusibles, jugar con fuego
abrir telones, cerrar cortinas, desactivar este campo de minas
lavar el baño, pedir prestado, cantar en braille y bailar marcado
quemar incienso y palosanto, pensar en vos sin que duela tanto
rayar paredes, dormir de espaldas
tocar madera, comprarme flores
llorar sin prisa hasta que pase el invierno
hasta que pase el invierno
hasta que pase.
Conozco el paisaje, que sirva de algo la edad
que tengo experiencia en este duelo con la soledad
moverse por moverse, a veces hace bien
es agua en la carrera, yo quiero aprender a
Pisar el césped, decir no quiero, cambiar fusibles, jugar con fuego
abrir telones, cerrar cortinas, desactivar este campo de minas
lavar el baño, pedir prestado, cantar en braille y bailar marcado
domar leones, volar sin casco, comer yogurt sin que me de asco
barrer escombros de pedestales, fumar sin culpa, dejar señales
comer sin tele, soñar despierta, dejar la escoba tras de la puerta
y a los cuarenta enfrentar la crisis leyendo a Freud y el Apocalipsis
quemar incienso y palosanto, pensar en vos sin que duela tanto
rayar paredes, dormir de espaldas
tocar madera, comprarme flores
llorar sin prisa hasta que pase el invierno
hasta que pase el invierno
hasta que pase.
Juan
Cantemos ufanos la egregia memoria
de aquel de la patria, soldado inmortal
a quién hoy unidas la fama y la historia
entonan gozosas un himno triunfal
Juan, te escribo en principio para agradecerte
por tu fuego, por tu clara decisión
dar la vida defendiendo a tu tierra
hoy llamarían cosa de locos, tal convicción
Y no es que yo pretenda entristecerte
ni bajarte de tu justo pedestal
sólo contarte qué ha pasado, qué ha pasado
después de tu heroico final
Toda esa pólvora en barriles, los arcabuses, los fusiles
mutaron como un virus, transformándose
se han convertido en tratados, artillerías más sutiles
habría que explicarte qué es TLC
Han dejado una cáscara de héroe
efectiva esta neutralización
hoy, más que un mártir, sos un aeropuerto
sos un desfile, sos un feriado, qué bendición
Juan, si hoy volvieras a Alajuela, ¿Donde estaría tu trinchera?
¿Por dónde empezarías a incendiar?
entre las treinta bastoneras, un desquiciado y una hoguera
deténganlo, que está loco de atar
Juan, tu esposa se tiñó rubia platino
y tu hijo vende costa al mejor postor
otro once de abril, todo sereno
se vende un país al por mayor
se vende un país al por mayor.
El mago
El mago carecía de vestuario
no parecía un mago de verdad
ni larga bata fina
ni pico en un sombrero
ni bola que adivina
ni nada.
Andaba de mezclilla y camiseta
andaba en un bus de la Sabana
y me dijo: Cuánto llevas de esperar que el tiempo reme a tu favor
cuánto das por deshacer en un instante ese temor
cuánto llevas de desear
que se te pase ese dolor
¿Cuánto das por un hechizo, una fe de contrabando
una brújula confiable, un antídoto al letargo
un paréntesis portátil para detener el de tiempo
un futuro reversible, un
carburador de sentimientos?
Le dije, suena bien cualquier negocio
no tengo nada que perder
ni larga bata fina
ni pico en un sombrero
ni bola que adivina
ni nada.
Y ¿Cuánto llevo de exigir que el tiempo calce en mi canción?
¿Cuánto llevo de esperar que el mundo encaje en mi patrón?
Y el mago no me dio un hechizo, ni una fe de contrabando
que no hay brújula confiable, ni un antídoto al letargo
sólo un trueque me propuso, y quitándome los lentes
me dejó en cada ojo un
calidoscopio permanente.
¿Cuánto das por un hechizo…
Pablo sabe
Pablo sabe que el do viene antes del puño de dos en el piano
y que el fa viene antes del puño de tres
y que el sol viene después
sabe que la redonda le vale por cuatro, y le gusta contarla
y espera el sábado aunque no sabe muy bien cuando es
me recuerda a un hermano que tuve una vez.
¿Qué le puedo decir? tanto quiero enseñarle
¿Qué le puedo dejar?
¿Cómo va a recordarme?
Pablo sabe cuál dedo es el cinco, y que quiero que quiera doblarlo
y que me desespera que se me distraiga, y le gusta probarlo
y me cambia de tema, y me cuenta que sabe hacer vueltas carneras
y me jura que no tiene mano izquierda
y decido sólo conocerlo mejor, y tranquilizarme
no sé qué va a quedar
cómo va a recordarme
pero sabe que el do viene antes del puño
de dos.
Alquimia
Metal, hierro en la mirada
no sentías frío, no sentías miedo
no sentías nada
metal, láminas con filo
rebota el agua de una lágrima perdida.
Metal, gris endurecido
duele darse cuenta que nada calienta
tu patio enmohecido
metal, alambre de púas
para ser fuerte no hace falta hacerte dura.
Líjate el herrumbre, una luz te alumbre, yo te voy a ver
Volviendo tu agua en vino, de la tierra haciendo sal
la alquimia con que sacas oro puro del metal
piel adentro a fuego lento, es de valientes transformar
tus pies de plomo en viento, tu dolor en libertad.
La magia, soltar lo perdido, amar lo logrado, empezar otra vez
la fuerza que corre en el río, no la de la piedra en su rigidez
la magia en la risa de gente que raje el silencio de tu soledad
la fuerza, dejar que la luz
te derrita la rabia
Volviendo tu agua en vino, oro puro del metal
tu plomo a fuego lento, tu dolor en libertad.
Líjate el herrumbre…
Volviendo tu agua en vino…